Pues aquí estoy de nuevo, con el ánimo muy cambiado desde la última entrada.
Cierto que estoy un pelín tristona porque ahora mismo en Barcelona se está celebrando el Saló del Còmic, pero por otro lado, el corazoncillo ya no está roto, sólo un poco magullado. Y unas últimas alegrías me han devuelto la risa boba.
Como sólo habéis visto mi guarida británica en los rigores del invierno, he aquí la
versión veraniega, con una rosa mucho más contenta.